- LENGUAJE AUTOESCUELERO

Es evidente que cuando uno tiene que aprender a hacer algo y  no tiene ni la más remota idea, comete errores que para los que ya saben del tema son inconcebibles;  incluso puede  darse el caso de tergiversar las palabras que en su vida  había oído mezclando los conceptos de la manera más incongruente. 

He aquí algunas situaciones en las que me he visto:

-Ticher, me han dicho que en el examen tengo que estacionar metiendo el coche de culata.

-Ticher, ahora tengo una confundición, cuando llego al stop no sé si ir lenta o tengo que ir frenando.

-Ticher, ya sé lo que hay que hacer para que las ruedas de delante giren a la derecha y a la izquierda, pero

ahora no me acuerdo cómo lo tengo que hacer para que giren las ruedas de atrás.

-Ticher, cuando estaciono miro por todos lados, pero para no chocar con el bordillo, ¿por dónde tenía que ver el pómulo de la puerta? .

-Ticher, ¡usted no sabe las ganas que tengo de venir a clase!; es que el fin de semana se me hace muy largo porque me encantan las cosquillitas que me hace el coche cuando lo pongo en marcha.

-Ticher, ya van dos veces que me suspenden porque dice el examinador que no miro los retovisores.Pues ¿sabe lo que le digo? que me voy a comprar unos pendientes con cascabeles para que el examinador oiga la musiquita y no pueda decir que no muevo la cabeza.

-Ticher, ¿sabe de lo que acabo ahora mismo de darme cuenta? (25 clases); pues que no hay la misma distancia a mi derecha que a mi izquierda.

Y si bien es cierto que los alumnos tienen sus cosas, no puedo negar que los profesores también metemos la gamba.Yo misma me he oido diciendo:

- ¿Tu marice conduma? cuando lo que quería  preguntar era "¿Tu marido conduce?"

- Déjame un semáforo que este no escribe...

- En el próximo problema vamos a la derecha...

- Más adelante el carril se dificulta. Quería decir  "se bifurca".

Con lo cual queda bien claro, que el que esté libre de equivocación que tire una piedra ¡si la  encuentra!.

       
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- ¡¡QUÉ IMPORTAN CUÁNTAS CLASES SI YA LO HE CONSEGUIDO!!

ESCRIBE UN ALUMNO:

Ahora que he recobrado la tranquilidad, voy a contar cómo fue mi tercer y definitivo examen.

Quedé con mi profesor a las 7:00 de la mañana para una última clase antes del examen. Todo muy bien y suave, incluso paramos a lavar el coche...

Dan la 8:00 y mi profesor va a saludar a un compañero de otra autoescuela; yo me quedo cerca del coche.

Pasados unos minutos se acerca un hombre de mediana-avanzada edad que resulta ser el examinador y me dice:
-"¡Buenos días!, ¿dónde está el alumno?.
-"Soy yo "-respondo con un hilo de voz-. el examinador se echa a reír y dice
- "Es que pensé que era ud. el profesor".
Yo me río nervioso (y pienso para mi, es que no es plan sacarse el carnet con 38 tacos), mientras hago un gesto al profesor que ya se acerca.

Empieza "la ejecución": Aclaraciones, verificaciones,  firmas de rigor...

El examinador resulta ser muy cortés y afable; tiene una voz que tranquiliza.

Observo como otros alumnos que también esperan me miran con una mezcla de envidia "ánimo valiente" y de miedo "dentro de poco nos toca a nosotros".

Salimos del centro de exámenes siguiendo la misma ruta que mi desafortunada segunda vez, autovía sentido Madrid. A la altura de Alcorcón el examinador me pide que salga camino del Hospital, ¡juego con ventaja!, nada menos que 33 años y medio he vivido por allí así que me conozco muuuuuuuuy bien la ruta que hacemos. El resto ya es historia, aunque tengo que reconocer que en la última glorieta para entrar en el Centro de Exámenes, con los nervios se me fue el santo al cielo y no metí la segunda, y como delante de mí había varios coches que también querían entrar me quedé peligrosamente cerca de uno, ¡uff!, ya estoy aquí, ya estoy aquí.

El examinador me pide que pare y elijo un primer lugar, pero descubro más adelante otro mejor. Mecánicamente  pongo punto muerto, echo el freno de mano y paro el motor. Me dice que salga del coche y espero un momento... ¡una eternidad!.

Sale el examinador del coche y con la misma voz tranquila y pausada que ha tenido durante todo el recorrido dice:
-" Adiós Antonio".
Yo no sé si lo pienso o si llego a pronunciar "Adiós", porque estoy muerto de miedo.

Mi profesor también sale del coche, me alarga su mano derecha y me dice
-"Bueno Antonio, ya eres conductor".

Antonio N.J. me mandó esta narración a mi correo, pero como me parece muy ilustrativa os la paso .

Enhorabuena Antonio N.J.!

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- CON LOS NERVIOS NO VIO AL POLICÍA

En cierta ocasión en que estaba acompañando a una alumna que se examinaba, llegamos a una intersección en la que había un colegio en la esquina y "justamente" era la hora de salida de los chicos.

Mi alumna era bastante buena y estaba circulando con tranquilidad, pero  los demás coches le taparon o no tuvo la visón global suficiente de la situación:

regulaba el tráfico un policía municipal que en aquel preciso momento estaba de perfil en el centro de la intersección, dando paso a los vehículos de nuestro sentido.

En un momento dado dio un cuarto de vuelta y se quedó de frente a nosotros dándonos el "alto". Este pequeño gesto pasó desapercibido por la alumna (en su favor hay que decir que el policía era delgado y no muy alto) que ni por asomo puso pie en el freno y a pesar de que yo esperé hasta el último momento con la esperanza de que ella le viera, pero no le vio, así que  tuve que intervenir con lo cual se quedó a la altura del guardia. Era primavera y llevábamos las ventanillas medio abiertas. Yo no sé si fue más fuerte la impresión del guardia por ver que un coche no le hacía puñetero caso, o el susto de la alumna por oír el desagradable sonido del chivato y que el coche se paraba sin ella saber lo que pasaba, pero la cuestión fue que dicho policía tuvo un "arrebato pedagógico" y a voz en grito empezó a decirle lo que tenía que hacer y que ése no era sitio para detenerse y que menos mal que ahora estaba controlando el tráfico porque de lo contrario la multaría etc,etc. Evidentemente el sr. policía no se había percatado de que era un coche de autoescuela y menos que se estaba examinando, pero montó un atasco monumental de niños, coches, mamás y otros peatones mirando lo que ocurría. Naturalmente la examinadora no podía decir nada, porque evidentemente la alumna se había pasado, porque el agente "era superior a ella" y yo tampoco porque estaba la examinadora por encima de mí . La que estaba al lado del policía era la infeliz alumna, que de tanta vergüenza como iba acumulando se iba encogiendo por momentos hasta quedar detrás del volante, más colorada que un tomate maduro.

Naturalmente ese día no aprobó, pero no tuvo mayor dificultad en aprobar a la siguiente vez porque era buena, pero creo que nunca más se le olvidará mirar en las proximidades de los colegios ni distinguir el uniforme policial ni confiarse en las intersecciones sin semáforo.

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- TIPOS DE ALUMNOS: MAESTROS CON MAESTROS

En los días de fiesta en que se reunen familiares, amigos y enemigos, son un buen momento para recordar anécdotas, y esto es lo que ha hecho mi amiga Marta .

Paso a contaros su historia.

Había estudiado Magisterio y Psicopedagogía y estaba realizando las prácticas en un colegio con los pequeñajos, a la vez que realizaba las prácticas de coche para sacarse el carnet.

Al parecer, se entendía mucho mejor con los niños que con su profesor de coche, porque este además de indicarle que fuera con cuidado al tráfico, el hombre, le estaba insistentemente explicando sus teorías sobre la reencarnación.

La cosa es que entre los nervios del aprendizaje y el no sentirse capaz de atajar la actitud del profesor (hay una conversación para cada momento), Marta no conseguía aprobar y así pasó una, dos, tres, cuatro y hasta cinco convocatorias;  siempre con el apoyo de sus alumnos, pero su autoestima cada vez estaba  más baja al igual que su cartera.

Hasta que llegó el día que tenía que llegar y por fin consiguió el APTO.

Su agradable sorpresa fue que al llegar a la clase sus alumnos (ayudados por las otras maestras)  le habían hecho un distintivo con la "L" para que se la prendiera en el pecho y una pancarta, que decía "A LA MEJOR MAESTRA EN PRÁCTICAS".

En la actualidad Marta es una excelente conductora, pero recomienda a los profesores de autoescuela que no se metan en berenjenales, que expliquen los temas, que sean estrictos con el código y del resto, dios o el que sea ya dirá.

YO ESTOY DE ACUERDO CON ELLA, EN QUE

CADA UNO ESTÉ EN LO QUE DEBA ESTAR ....

NO ESTOY SEGURA SI ESTAS IMÁGENES SON REENCARNACIÓN DE ALGUIEN, PERO SON BONITAS Y OS LAS DEDICO .




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- TIPOS DE ALUMNOS: ALUMNO CREIDO

Aunque esté mal decirlo, a veces hay alumnos que merecen que les suspendan porque  vienen a clase creyendo que lo saben todo sin ser conscientes de  que esa  actitud provoca automáticamente un rechazo en el profesor (aún de manera inconsciente) que ya desde el primer momento no hará el más mínimo esfuerzo para explicar cosas  al enteradillo, lo que naturalmente provocará en el alumno la sensación de "mi-profe-pasa-de-todo-y-no-explica-nada" siendo una pescadilla que se come la cola, porque justamente lo que ya sabe, lo sabe, entonces ¿para qué paga si no es para obtener la máxima información?

El alumno del que voy a hablaros hoy  era uno  de esos y yo en cuanto le conocí " le dejé hacer" porque algunas cosas  sí sabía, pero como no estaba dispuesto a escuchar, entonces  yo  preferí reservarme para los que apreciaban en algo mi tiempo y mi enseñanza. 

Este esquema indica la primera situación por la que le suspendieron:

 -Camión en doble fila 

 -Doble línea continua 

Pensó: "Solución, pasar pisando lo menos posible la línea continua".

NATURALMENTE  TUVE  QUE  INTERVENIR MOVIENDO EL VOLANTE PORQUE  IBA  A CHOCAR CON  EL  RETROVISOR  DERECHO.

No iba a consentir que me rompiera el espejo,  siendo además uno de los fallos que normalmente tenía que corregirle en clase, a lo que él siempre contestaba que “con el espejo interior y el izquierdo, ya controlaba perfectamente bien”.

Como según él fue una tontería que le suspendieran por aquello, aparte de que no se creyó que fuera necesaria mi intervención, no dio ninguna clase más.

¿Podéis creer que la segunda vez que se presentó, siendo el examinador distinto le llevaron por el mismo lugar y se encontró con el mismo camión?

Pues su pensamiento fue:

 "La otra vez me acerqué mucho, esta vez voy a mirar bien el espejo derecho y así seguro que no le doy".

 Y claro que no le dio, pero de tanto mirar a la derecha no vio al coche que entraba desde la calle lateral y se lo encontró de frente, cosa que le sobresaltó tanto que él mismo se delató calando el coche.

La situación era clara: cierto que el camión estaba en doble fila estorbando el sentido, pero no íbamos a esperar a que llegara el conductor. Por otro lado no circulaba nadie en sentido contrario y si el alumno no hubiera sido tan lento en tomar la decisión, el coche rojo desde luego le hubiera cedido el paso  y no hacer lo que tuvimos que hacer:   le tuve que calmar, decirle que pusiera la marcha atrás, y ayudarle  a retroceder; menos mal que no se puso nadie detrás de nosotros. 

Después de renovar la documentación y me imagino la bronca del padre, vino más abierto a atender los consejos que yo pudiera darle; naturalmente después de unas cuantas clases más ( ya os he dicho que algo sí sabía) volvió al examen, pero pasmada me dejó su suerte ¡¡ le llevaron por el mismo lugar donde estaba el camión en doble fila como siempre!!. 

A la tercera consiguió aprobar. 

Podéis creerme si os digo que la mejor manera de desmotivar a un profesor es ir de "sobrao"; cuántas más preguntas, más sugerencias, más interés demostréis, mejor, ya que esta actitud es  un acicate para un profesor; ...bueno, vale, un buen profesor, ya sabemos que hay de todo en todas partes.

También hay que saber elegir al profesor y si no te gusta el que te han asignado, pide que te lo cambien, pero no te quejes, ¡aprende!.

Capítulo aparte me merece el padre del alumno, un conocido locutor de radio, que también se las trae, pero eso ya irá otro día.

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-TIPOS DE ALUMNOS: ALUMNO EJEMPLAR

Ahora se ha impuesto la modalidad de examen "circulación autónoma", pero yo desde siempre con los alumnos que se han dejado enseñar, siempre he dejado unos días a este tipo de circulación, y me acuerdo especialmente de uno, un chico de unos treinta años, pero que no tenía idea de nada, desde muy joven había tenido que ponerse a trabajar y no había tenido ni tiempo ni dinero para el carnet; era educadísimo y siempre estaba muy atento a todas las explicaciones y hacía preguntas muy inteligentes.

Digo todo esto para que entendáis y me perdonéis la transcripción literal de lo que ocurrió.

El día antes del examen, como yo consideraba que estaba preparado y me fiaba de él, le dije que fuera circulando por donde le apeteciera, y que se olvidara de que me llevaba a su lado.

Así lo hizo, pero en una glorieta entró por el carril izquierdo, entonces yo tranquilamente le pregunté "¿por qué entras por el carril izquierdo?" y empezó:

- ¡Me cago en el puta carnet! ¡estoy hasta los cojones!. Voy a mandar a mi hermano, al puta trabajo y al carnet a la mierda!. ¡Mira, me iré a Cuba, me haré con un par de kilos y a la mierda todo el mundo!, ¡qué coño de puta carnet! ¿para qué quiero el puta carnet?. Mi hermano me dijo "toma el jeep y así practicas" y ahora qué, me tengo que gastar 6000 € para ponerlo a punto!.

Ya me saqué la licencia y ahí está muerta de asco. ¿para qué lo quiero yo al jodido carnet, si me iré al monte con mi tienda y a la puta el carnet, ya estoy quemado!

Yo estaba más callada que muerta, pero lo bueno del caso es que el tipo iba circulando perfecto.

Terminó el tiempo de la clase, le recordé la hora del examen y no despedimos, por mi parte con un tembloroso "hasta mañana".

Al día siguiente se presentó con una sonrisa de lado a lado y a la vez que me entregaba un CD de un cantante muy de mi gusto  dijo, "Es que ayer estaba muy nervioso".

A los pocos minutos llegó el examinador y después de las comprobaciones previas, le fue guiando por los mismos lugares que habíamos pasado la noche anterior; él entró por la derecha en la glorieta, y aprobó a la 1ª.

Cuando el examinador se alejó, me levantó en volandas y me plantificó un beso que estuve una semana sin lavarme la cara.

¿¡Qué habrá sido de F.M.!? ¡ Me he acordado tantas veces de él!

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- TIPOS DE ALUMNOS: SIN PROBLEMAS DE AUTOESTIMA

Antonio, el alumno que con más de 30 años decidió sacarse el carnet y que el día del examen el examinador le confundió con el profesor me he recordado  una anécdota que me contó una secretaria.

Se apuntó a la autoescuela un chico con 18 años con toda la ilusión del mundo para sacarse el carnet. No fallaba a ninguna clase de teórica, era de los que siempre hacía preguntas incluso a veces con un nivel superior a lo que se podía exigir, poniendo incluso en apuros al profesor. Había visto todas las películas que sobre circulación disponía la autoescuela, había visionado todas las diapositivas, incluso en ocasiones podía él explicar a otros alumnos y no digamos que se había tragado todos las colecciones de test que iban saliendo.

Se apuntó para ir a examen de teórica y suspendió.

Siguió estudiando y se volvió a presentar y suspendió y suspendió  y suspendió y suspendió, pero él no dejaba de ir a clase ni de hacer los test.

Pasó un año y otro y otro, naturalmente él seguía su vida laboral.

Uno de los días que fue a clase de teórica le preguntó a la secretaria si podía poner encima del mostrador un fajo de etiquetas de propaganda de su oficio.Ya era como de la familia y naturalmente la secretaria no tuvo ningún inconveniente. Pero le picó la curiosidad y leyó una de las tarjetas:

MATÍAS MESQUIDA, PROFESOR EXPERTO EN TÉCNICAS DE ESTUDIO : horas a convenir

Naturalmente con el paso de los años llegó a aprobar la teórica y empezó con las clases prácticas.

También tuvo su proceso de aprendizaje digamos que extenso en el tiempo, pero como todo llega, también llegó el día del examen de circulación.

No le salieron las cosas como él hubiera deseado y el  Examinador en un alarde de "ojo clínico" le dijo:

-"Es normal que vayas con tan poca soltura, las cosas se aprenden mejor cuanto más joven se es, a los 35 años es un poco tarde para empezar a sacarse el carnet."

A lo que él tranquilamente contestó:

- "No si yo empezar, empecé a los 18 años, pero ya ve, aquí estoy".

El examinador se quedó que no se quedó, salió del coche sin decir ni pío.

Naturalmente el que la sigue la consigue y al final Matías Mesquida tuvo su carnet, sus técnicas de estudio y a la autoescuela como su segunda familia.

Y hablando de confusiones, la primera vez que presenté alumnos a examen de práctica  al querer  entrar en el recinto de exámenes un examinador me dijo que yo no podía estar allí que era un lugar de exclusiva entrada de profesores, al decirle que yo era profesora se quedó muy extrañado y  tuve que enseñarle mi "flamante carnet de PROFESORA " para que se convenciera. Hay que decir que yo era muy joven y había muy pocas mujeres que tuvieran el título. 

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