................................MI SEGUNDA CASA, EL COCHE

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LENGUAJE AUTOESCUELERO

martes, 1 de junio de 2010

- DE TODOS LOS COLORES


A decir verdad en los exámenes he visto situaciones  a las que voy a llamar "de todos los colores" y si no, leed este artículo y ya me diréis:



MARRÓN: El alumno iba circulando tranquilo, siguiendo las indicaciones del examinador, manejando los mandos con suavidad, controlando todo el entorno hasta que en un momento concreto, empezó a perder el control, rascar marchas, frenazos, distancias laterales en fin un cambio brutal de comportamiento que obligó al examinador a terminar la prueba.
Cuando nos quedamos solos y le pedí que me explicara su cambio de comportamiento me dijo que había visto en un banco del parque a su novia con su mejor amigo morreándose sin inhibición ninguna.
-¡Qué listos! a esa hora sabían que me tenían controlado! -dijo, doliéndole más la traición del amigo que el suspenso.




VERDE: Era verano y hacía ya demasiado calor. Se examinaban dos chicas.La primera iba siguiendo las indicaciones del examinador que a la vez pidió a la que estaba sentada a su lado que firmara la hoja de examen y que añadiera el número de teléfono.
Al profesor le llamó la atención porque eso no es un dato requerido, pero como estaban en examen no quiso hacer ningún comentario, pero se quedó "con la mosca detrás de la oreja" y por el retrovisor se dio cuenta de que el examinador ponía la mano en la rodilla de la alumna, que todo hay que decirlo era una "expléndida y maciza alumna".
Terminó el examen de la primera, y empezó la otra, pero muy nerviosa. En realidad no dio pie con bola, así que la prueba terminó pronto.
La chica, muy acalorada contó al profesor el motivo de sus nervios que le instó a que denunciara el hecho.
Pasaron dos días y la chica recibió un mensaje en el móvil, en el que el examinador le pedía disculpas, que no era su comportamiento habitual, pero que le había impresionado mucho y que si podían verse.
La chica optó por verle y sacar el carnet por la vía rápida.




ROJO: Iban dos alumnos en el coche en el tiempo de examen, uno conduciendo y el otro sentado detrás esperando su turno. En un momento dado el alumno que conducía al doblar una esquina subió la rueda trasera al bordillo que al bajar además de motivar la calada del coche, supuso un considerable vaivén para él y el examinador  que iban en el asiento de atrás, de tal envergadura que al examinador se le cayó la carpeta con todas las documentaciones.
El hecho supuso la finalización de la prueba para el primer alumno, ¡claro! pero es que al segundo alumno le dio tal ataque de risa, de esa risa tonta que uno no puede parar, que aunque se puso al volante no fue capaz de hacer nada porque le era imposible concentrarse, a cada momento le entraba otra vez el ataque, y no pudo hacer nada. Claro al final todos acabamos riendo menos el que motivó las carcajadas.




NEGRO: Estaba esperando con mis alumnos a nuestro examinador, cuando se acercó un coche, señalizó, estacionó, y de él salió un señor algo mayor, que secándose el sudor se acercó al chiringuito que había en el lugar. Pidió algo al camarero y se desplomó. Había muerto.




ROSA: Tengo que hablar de una alumna que era todo oidos, interés, buen rollo, etc etc, pero que su natural era traannquiiloo. Quiero decir que todo lo hacia bien si lo hacía a su ritmo.
Mi táctica fue dejarla ya que es muy bueno afianzar conocimientos. Además ¡oh sorpresa! tampoco tenía prisa por tener el carnet, pensaba que lo tendría cuando le tocara tenerlo. Alumna ideal, pensé yo.
Para mi sorpresa fue aprendiendo y asimilando más rápido de lo que yo había pensado: hacía todas los estacionamientos a las mil maravillas, su observación del entorno era perfecto y callejeaba por esas malditas calles de preferencia a la derecha sin equivocación y con soltura.
Pues entonces, ¿dónde estaba el problema?. . . EN LA AUTOPISTA!!
Íbamos a las horas de menos tráfico, justito a 60 y si no había tráfico a menos; total, que se quedaba bloqueada, blanca como la pared y yo tenía que hacerme cargo de los mandos.
Le dije que dejara las clases por un tiempo y que se replanteara su interés por el carnet. Así lo hizo.
Cuando volvió a clase dijo que la preparara para el examen pero que no la llevara por autopista: había decidido "probar suerte en el recorrido".
Llegó el día del examen y ella vino tranquila. Pero yo me puse histérica al ver aparecer al examinador que entre sus "manías" estaba la de querer alumnos marchosos, pero la camisa no me llegaba al cuerpo cuando le oí decir :
-Señorita, fíjese en la señalización y tome la entrada a la autopista en dirección al aeropuerto.
Ella se puso lívida pero obedeció, y cual no sería la sorpresa de los tres (alumna,examinador y yo) que a mitad del carril de aceleración empezaba un atasco que la obligó a parar.
Entonces ella se calmó, yo me reía para mis adentros y el examinador resoplaba mirando atrás, adelante, el reloj. Total justo allí mismo se  había producido un accidente y el lugar estaba  con ambulancias, bomberos y circulación por un carril en 1ª todo el rato.
El tiempo pasó y al aproximarnos a otra salida al examinador le faltaron segundos para hacerla salir de la autopista y mandarle estacionar, cosa que hizo de manera impecable.
El examinador salió del coche, dándome la hoja de APTO sin penalizarla en nada.
No podéis imaginaros los saltos de alegría de la chavala, y yo lo que me alegré de su día color de rosa!


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