................................MI SEGUNDA CASA, EL COCHE

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LENGUAJE AUTOESCUELERO

viernes, 1 de febrero de 2013

- ¿SOY DISLÉXICA Y NO ME HE ENTERADO?

Un problema muy común en todo tipo de alumnos, es que en los primeros días de clase confunden prácticamente siempre la derecha con la izquierda, y por mucho que les digas que eso es muy normal, hay algunos que llegan a preocuparse tanto que no prestan atención a lo que se les dice, con lo que pierden tontamente unos días de clase, hasta que llega un momento en que se lo haces ver, y entonces dicen :Ah llevabas razón!, yo ya estaba pensando en que era disléxica".

Eso tiene fácil explicación. No es que tengan problemas de lateralidad, es que se tienen que acostumbrarse al "nuevo cuerpo" que es el coche y que ya no caminan con los pies, sino que caminan con las manos.
Haciendo un simple  ejercicio: con los ojos cerrados y oyendo que otra persona les dice GIRA LA CABEZA A LA DERECHA , o LEVANTA LA MANO IZQUIERDA no se equivocan, es así de simple. Los ojos son imprescindibles para poder conducir, pero en ocasiones pueden traicionarnos sobre todo cuando hacemos cosas que hemos aprendido de niños inconscientemente. Un adulto en cuanto se mentaliza que "donde pongo el ojo pongo el volante", se le quita el problema.
Igual pasa a cualquiera que tenga que aprender una actividad corporal y tenga que pensar qué pierna mueve, o qué brazo, da igual que sea bailar, pilates etc.

Me viene a la memoria una alumna que en realidad me llamó la atención porque nunca tuvo ese problema, ni siquiera otros problemas, fue aprendiendo de una manera fluida y progresiva; así que decidimos que podía presentarse a examen.
Iba ella sóla, y al parecer estaba tranquila; llegó la Examinadora, entró en el coche y todo sucedió así (me permito trancribir el diálogo al pie de la letra porque dicha señora tenía la costumbre de repetir un móntón de veces el nombre del alumno en cada frase) :

- Buenos días, Susana. A ver, Susana, vamos a hacer una prueba de circulación y usted estará atenta a las indicaciones que yo le iré dando con antelación; ¿tiene alguna duda, Susana?.
-No.
-Pues cuando quiera Susana, puede incorporarse, y en la primera intersección que esté permitido va a girar a la derecha.

La alumna miró el retrovisor izquierdo, puso intermitente izquierdo, se desplazó al carril izquierdo y giró a la izquierda; la examinadora hizo un pequeño gesto levantando una ceja y le dijo:

-Mire  Susana, cuando pueda, va a intentar hacer de nuevo un giro a la derecha. ¿Me ha entendido?
- ¡Si!.

Miró el espejo izquierdo, señalizó con el intermitente izquierdo, se colocó en el carril izquierdo y giró a la izquierda; la Examinadora hizo un pequeño gesto moviendo la cabeza.

-Vamos a ver Susana, ahora va a hacer un giro a la izquierda, ¿ha entendido lo que le he dicho?
-¡¡Sí!!

Miró el espejo interior, el retrovisor derecho, puso intermitente a la derecha y giró a la derecha; la Examinadora hizo un pequeño movimiento con las manos y dijo:

-Susana, párese un momentito aquí mismo, aunque sea en doble fila y dígame ¿tiene algún problema con la derecha y la izquierda?.
-¡¡¡NO!!!
-Bueno pues, Susana, reinicie la marcha que continua el examen y en cuanto vea que está permitido vaya a la derecha.

Susana miró el espejo exterior izquierdo, puso intermitente izquierdo y giró a la izquierda; entonces la Examinadora le dijo:

-Puede parar ha terminado el examen.

La alumna sorprendidísima de que la examinadora le preguntara por sus problemas con derecha e izquierda, no podía dar crédito a que la hubiera suspendido y a mí también me sentó mal, porque hizo todas las maniobras bien, sólo que a destiempo, y claro... no seguir reiteradamente las indicaciones del examinador, es suspenso.También pensé repetir tantas veces el nombre de la persona que se examina también es agobiante, pero cualquiera le dice eso a esa, porque además ella lo tenía como un modo de ser cortés y cercana al alumno.

Lo que me dio que pensar fue el hecho de que  si esta chica hubiera tenido problemas desde el  principio, lo hubiéramos hablado y listo, pero le tuvo que pasar con los nervios del examen. Pero aprendió la lección y a la semana siguiente se lo llevó, se lo merecía.

De todas maneras con el nuevo modo de hacer el examen ya no habrá este tipo de equivocaciones; o al menos eso es lo que espero.


ESTE DIBUJO NO TIENE NADA QUE VER CON EL TEMA, PERO ME HACE GRACIA .
CADA UNO TIENE SUS PROPIOS MIEDOS.



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