Los tiempos cambian que es una barbaridad, pero desde que FORD en América popularizó sus coches y FIAT hizo lo mismo en Europa, quien más quien menos ha querido tener su cochecito para ir con la familia a la costa de vacaciones.
Hemos pasado por muchas crisis por efectos de las guerras en países donde había petróleo, por efecto de consumismo desmedido, por falta de escrúpulos en los gobernantes, y por desgaste de los valores humanos, pero pese a todo, nos negamos a dejar algo que tuvimos y aunque nos cueste sangre y sudor lo mantenemos pese a quien pese, pase quien pase o pise quien pise.
Todo el mundo más o menos legal, quiere tener el coche oséase tener el carnet, así que tendrá que pasar por una autoescuela. Y eso requiere tener un temple especial. No todo el mundo aguanta la tensión de una autoescuela.
El aspirante tiene que poner de su parte y no quedarse con la primera autoescuela que encuentre que luego vienen las quejas
de "es que a mi no me lo han dicho", "es que mi profesor me ponía nervioso", "es que...", nada.
Antes de matricularse pedir información, hablar con otros
alumnnos y contrastar precios y contraprestaciones. Y cuidadito con las superofertas y los regalos que no vienen a cuento. ¿a qué viene que me regalen una tablet ? si quieren precios competitivo que ajusten el precio o alarguen el tiempo pero ¿tablet?. A veces se aprovechan de que los clientes/alumnos son gente joven y en ocasiones demasiado influenciable.
También hay que tener claras las ideas sobre cómo se hacen los exámenes, lo que exigen, lo que no exigen y tener en cuenta todo lo habido y por haber.
La mayoría de los alumnos se justifican diciendo que les han suspendido por culpa de los nervios, pero claro si uno lo mira bien, ¿quién se fiaría de un carnicero con un gran cuchillo en la mano y con un ataque de nervios?.
En mi opinión en vez de andar buscando energías renovables, si fuera alguien capaz de inventar un dispositivo que acoplado a un alumno, recogiera la energía de sus nervios, la guardara en una especie de pendrive y este se enchufara al coche como un encendedor capaz de arrancar el motor... os puedo asegurar que no necesitaríamos gasóleo, por lo menos para los coches de autoescuela.
Y luego está el sobrevivir después de la dura prueba del examen, a la jungla de los conductores de motos, ciclomotores, coches, taxis, autobuses, ciclistas, peatones etc. Al estrés de buscar un hueco dónde aparcar, y que el que va detrás tenga la grandísima paciencia de esperar a que uno haga la maniobra.
Si eres capaz de sobrevivir a todos estos inconvenientes y superas también la prueba de los guardias... se puede decir que eres un conductor hecho y derecho, aunque tampoco conviene creérselo demasiado porque donde menos uno se lo espera cae la mala estrella, porque no estamos solos, estamos rodeados de vete a saber quién, y por muy buen conductor que uno sea como te toque cerca un despistado, ya la hemos liado.
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