................................MI SEGUNDA CASA, EL COCHE

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LENGUAJE AUTOESCUELERO

lunes, 1 de marzo de 2010

- TIPOS DE ALUMNOS: ALUMNO PRESUNTUOSO


Hacia un día esplendido, el examinador llegó en puntual; además era un examinador con capacidad para valorar globalmente la conducción y que en caso de duda  siempre pedía la opinión del profesor, pero yo estaba muy inquieta porque el alumno además de objetivamente no saber conducir, se creía saber de cualquier cosa más que nadie, así que podía pasar cualquier cosa, ¡y vaya si pasó!.


Estábamos circulando por una urbanización con calles de un sólo sentido y con anchura de dos carriles, con casi ningún vehículo estacionado, con poco tráfico rodando y mucha visibilidad; el inconveniente es que las intersecciones no todas estaban señalizadas, con lo que había que estar muy al tanto por si teníamos preferencia o teníamos una señal de "ceda el paso".
El alumno disminuía la velocidad hasta casi parar el coche en los cruces en que tenía la preferencia, vale, pero como no había tráfico, tuvo un pase, así unas cuantas veces, hasta que en un momento dado le mandaron un giro a la izquierda, se colocó a su izquierda y se detuvo al llegar a la intersección porque de la derecha se aproximaba un "mini amarillo", el cual también se paró porque tenía una señal de ceda el paso y naturalmente nosotros estábamos en la calle preferente. (yo no podía hacerle ninguna señal a la conductora, pero se le notaba que estaba dándose cuenta de que era "un autoescuelero" examinándose, así que esperó.
El alumno, comentó en voz alta
- "¿Qué hace éste que no pasa?".
El mini esperó un cierto tiempo, hasta que por fin decidió pasar, con tan mala suerte que en nuestro mismo sentido, por el carril derecho circulaba bastante rápido un coche cuyo conductor sabiendo que tenía preferencia paso por nuestro lado, sin darse cuenta de que el mini amarillo había iniciado la marcha.
El golpe fue impresionante, el mini quedó casi destrozado  y su conductora  claro, tuvo la culpa porque el ceda estaba para él.
Evidentemente ni el examinador ni yo podíamos decir nada, ya que estábamos colocados a la izquierda con el correspondiente intermitente, pero se nos pusieron los pelos de punta.
Entonces el alumno, viendo que el peligro para él había desaparecido, siguió comentando en voz alta:
- "Desde luego es que hay gente que va como loca, que parece que les han regalado el carnet".

Hablando todo eso, llegó a otra intersección que estaba señalizada con un stop mientras mantenía el pie en el acelerador. Así que como vi que se había quedado mentalmente en el cruce del siniestro, fui yo la que puse el pies en el freno, y evidentemente el chivato sonó.
Su reacción fue la de cabrearse conmigo  porque él ya estaba pensando en ir frenando.
- "¿Y dónde pensabas empezar a frenar?"-le contesté.
Evidentemente el examen acabó.
El examinador me comentó:
-A ver quién es el guapo que le explica al tipo ese que la culpa de su indecisión en el cruce ha sido la causa del accidente.
- Se lo diré yo, claro, pero cuando vuelva a clase, se le hayan bajado los humos y le haya vuelto a explicar sobre el papel,  las preferencias en las intersecciones.

Al cabo de bastantes clases más consiguió aprobar. El día que eso ocurrió, le llevé al lugar del accidente y le dije que se imaginara a él mismo en su coche, su mujer y su hijo recién nacido y reviviera  los hechos.
Al darse cuenta de que lo perjudicada que habría quedado su familia, os  aseguro que se quedó lívido, con un hilo de voz dijo:
-Fue una insensatez  ir al examen la primera vez, tenía que haberte hecho caso.
-Bueno, ahora ya lo sabes por tu propia experiencia, y has tenido que pagar por ello más clases. Si eres listo no volverás a arriesgarte.

Y espero de verdad que así fuera.

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